Bernardo Reyes
Jesús
Ramírez Terrón Toma Mazatlán
El Cuartel de Artillería de
Mazatlán se encontraba estratégicamente situado en la loma de la calle del
Puente (hoy Benito Juárez) donde ahora se encuentran el Centro de Salud y la escuela
primaria Antonio Rosales. Desde este punto se dominaba al norte la Bahía de
Puerto Viejo, al sur la ciudad entera, al poniente el Cerro de la Nevería, y al
oriente la Casa Mata. El 26 de junio de 1880 anclado en dicha bahía se
encontraba el cañonero México. Eran las tres de la mañana de ese día cuando llegaron
hasta ese punto el general Jesús Ramírez Terrón acompañado del ex gobernador
Domingo Rubí, así como unos cincuenta hombres, muchos de ellos sin armas. En el
edificio militar se encontraban aproximadamente 150 soldados. Ahí un oficial de
artillería le arrojó la llave de la entrada principal. Una vez adentro él llamó la atención de sus hombres y los
hizo ver cómo arrojaba las llaves para que nadie saliera por donde había
entrado. Luego sus seguidores
procedieron a asegurar las armas que encontraron, entre ellas cuatro piezas de
artillería. En ese instante todo un pelotón de artillería se adhirió a los
recién llegados. Una pared los separaba de los soldados que permanecían fieles
a su institución, y Ramírez Terrón dio la orden de derribarla a punta de
cañonazos. Durante las siguientes horas el intercambio de disparos no paró y
los muertos y heridos no se hicieron esperar. Pero las fuerzas del general
rebelde habían asegurado la mayor parte de las municiones disponibles y gracias
a ello devino la derrota de la
contraparte, tras la cual tomaron a muchos de ellos como prisioneros. Entre
los defensores del cuartel se encontraba un general de apellido Valle, quien
nunca se rindió ante los hombres de Terrón, y sólo abandonó la batalla una vez
que disparó contra ellos la última de sus balas. Muchos de los vencidos que
lograron huir se apresuraban a llegar al cañonero para refugiarse, unos en
lanchas y otros nadando. El saldo final del combate, que terminó hacia las
nueve de la mañana, fue de treinta
muertos e igual número de heridos.
En 1876, siendo prefecto de
Culiacán, el coronel Jesús Ramírez Terrón había sido, quizá, el principal
dirigente en el estado del Plan de Tuxtepec que Porfirio Díaz había pronunciado
en contra del gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada. Además, en 1877 fue gobernador del estado de Sinaloa,
aunque había fungido en forma interina. Y
en las elecciones estatales de ese año sus aspiraciones de ocupar de nuevo la
gubernatura se vieron truncadas porque la constitución le prohibía contender en
ellas. Así, para 1880, Terrón se creía el candidato natural para suceder a Francisco
Cañedo. Pero Porfirio Díaz lo desairó y en su lugar mandó a Mariano Martínez de
Castro. Ante esto, Terrón se trasladó hasta Copalá donde el día 2 de noviembre
de 1879 lanzó su Plan de Copala,
adhiriéndose a la proclama hecha por el general Miguel Negrete y desconociendo
el gobierno de Porfirio Díaz.
Aquella mañana de 1880 no
nada más los militares habían quedado a la merced de los golpistas, los
funcionarios de las oficinas gubernamentales sabían que si caían en manos de
aquéllos podrían ser pasados por las armas, principalmente los encargados de la
aduana. Y para prevenir esto, ellos también se refugiaron en el México.
Al amanecer el general Jesús
Ramírez Terrón se había apoderado de Mazatlán y no había poder alguno que se lo
impidiera. Esa misma mañana el hombre convocó a una junta a los principales
comerciantes de la ciudad. Ahí les exigió un préstamo forzoso por la cantidad de cien mil pesos. La casa
Echeguren, Sobrinos y Compañía fue obligada a cubrir la mitad del efectivo, el
resto se distribuyó entre Peña y Compañía, Jesús Escobar, Bartning Brothers,
Melchers y otras. El golpista obtuvo sesenta
mil pesos en efectivo más cuarenta mil en documentos cobrables.
Llegó el día 30 y Mazatlán
permanecía aún en poder de Ramírez Terrón y sus hombres. No obstante, desde
Guaymas, Sonora, ya había llegado el cañonero Demócrata, con unos ochenta soldados, que venían al rescate de la
ciudad, el puerto y los ciudadanos. Ese era el plan… pero sus
resultados fueron de lo más contraproducentes. Ese mismo día el buque ancló en
Puerto Viejo teniendo al alcance y con buena vista el cuartel de artillería. Y
comenzó el bombardeo. El cañonero disparó de 18 a 20 cañonazos en contra del
edificio militar, pero no ocasionó ni una baja ya que las balas fueron a parar
a otras casas, algunas de ellas incluso pasaron por el cielo y fueron a parar
hasta la Bahía del Fondeadero.
El bombardeo causó varias
casas destruidas y, por ende, un considerable número de mujeres y niños muertos;
pero ni un solo soldado de Ramírez Terrón fue herido. Testigos de la masacre
que se efectuaba, los cónsules de Estados Unidos, Alemania y Chile, señores
Kelton, Sowerbûtts y Magaña, abordaron una lancha y con una bandera blanca
fueron hacia el Demócrata para
pedirle a su capitán que cesara el ataque a la población. El cese comenzó, pero
el capitán del barco advirtió a los diplomáticos que éste continuaría sólo si
los asaltantes en tierra no atacaban al navío. Esa misma noche del cañonero
salió una lancha con varios soldados cuya misión era asegurar el pequeño buque Coquille, pero no tuvieron éxito.
La situación en Mazatlán era
como una paradoja. Los comercios se habían visto obligados a cerrar sus puertas
después de los saqueos de que fueron objeto durante el primer día de la
revuelta. Ramírez Terrón y sus hombres se habían posesionado de la ciudad y
puerto, pero a la vez ejercían una dictadura que no permitía ni un solo desmán
ni alboroto.
Llegó el primero de julio y
nada ni nadie podía remover a los pronunciados de esta ciudad. Pero con el día
tres llegaron rumores de que desde Rosario avanzaba un regimiento de caballería
al mando del coronel Bernardo Reyes. Además, el vapor Newbern había sido contratado para trasladar desde Guaymas y La Paz
unos quinientos soldados que venían a combatir a los alzados. Por si ambos
regimientos no fueran suficientes, el ejército también movilizó hacia este
puerto unos seiscientos hombres que
tenía en Tepic.
Entre la noche del día tres
y la madrugada del cuatro Terrón y sus hombres evacuaron Mazatlán llevando
cuatro piezas de artillería que habían tomado del cuartel. Eran aproximadamente
las dos de la tarde del día siguiente cuando en las cercanías de Villa Unión los
casi quinientos hombres de Terrón se
encontraron con el regimiento de Bernardo Reyes, compuesto de doscientos
cincuenta efectivos. De inmediato comenzó un combate que se prolongó hasta las
seis de la tarde cuando ambas partes pactaron un cese al fuego. La verdad era
que los hombres de Reyes se encontraban prácticamente sin parque, y éste había sufrido
dos heridas que ponían en riesgo su vida. A pesar de esto, Ramírez Terrón fue derrotado y se vio obligado
a huir rumbo a Rosario, abandonando dos de los cañones que había tomado del
cuartel.
Las noticias sobre los cien
muertos que resultaron de la batalla de Villa Unión no tardaron en llegar a
Mazatlán; se rumoraba, además, que Terrón había derrotado a Reyes y que aquél
regresaba a la ciudad para tomarla de nuevo. Al día siguiente comenzaron a
llegar los soldados heridos e incluso el propio coronel Reyes quien se apresuró
a anunciar la derrota de los pronunciados.
Ramírez Terrón y sus
seguidores se trasladaron a Rosario, población de la que también se
posesionaron e impusieron préstamos forzosos. Pero las fuerzas federales ya se
habían fortificado en Mazatlán con batallones llegados de San Blas, La Paz, Guaymas y Tepic; las que muy pronto
fueron comisionadas a dar con el alzado. Unos cálculos establecen que para
entonces Ramírez Terrón contaba con unos seiscientos hombres, otros aseguran
que eran unos ochocientos.
No obstante, sabiendo que el
ejército venía en pos de ellos, tras pasar unos días en aquella ciudad, los
pronunciados se trasladaron hasta Guadalupe Los Reyes, Cosalá.
Algunos autores señalan que Ramírez
Terrón murió el día 22 de septiembre en El Salto, gracias a una traición,
mientras que la prensa de California señala que murió en combate el día 13 de dicho
mes.
Dos preguntas: ¿Y dónde está enterrado Jesús Ramírez Terrón?, El Salto de la Noria, es el sitio donde le dieron muerte?
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