jueves, 9 de junio de 2016
Curso de Lectura Rápida
¿Yo tomar un curso de lectura rápida? ¡Claro que no, hombre! Leo desde los trece años de edad y jamás he tenido prisa por terminar de leer libro alguno.
¿Yo leer tres, cuatro o cinco renglones en un santiamén? ¡Para nada! Si leer es uno de mis máximos placeres. Yo disfruto cada línea, cada párrafo, cada página; me hacen conocer otras gentes, otras culturas, incluso la mía misma; me transportan a lugares y tiempos ignotos, lejanos, casi olvidados; me hacen saber de los sentimientos de otros.
¿Yo doblar o triplicar mi velocidad de lectura? ¡No me interesa para nada! No le veo el caso, si leer no es una carrera de cien metros o un maratón.
Si se hiciera una extrapolación entre la lectura y la mujer, la lectura sería la más bella de las mujeres y la lectura rápida aquella prostituta que te demanda “apúrate, se te termina el tiempo”.
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