jueves, 9 de junio de 2016

El Primer Haz del Faro de Mazatlán


Hay quienes aseguran que el de Mazatlán es el faro natural más alto del mundo. Aunque falsa, esta versión no es nada nueva. Ya a principios del siglo XX el cónsul de Estados Unidos en este puerto, Louis Kaiser, había enviado una nota al Departamento de Estado, en Washington, dándoles a conocer esta aseveración de los mazatlecos. Sin embargo, él se excusaba sobre la veracidad de tal afirmación. En la actualidad dicha versión prevalece, y aun hay quien ha sugerido la intervención de la Organización Guinness para dejar en claro cuál es el faro natural más alto del mundo. No obstante, se debe tener presente que el faro de Mazatlán se ubica en la cima de lo que fuera la Isla del Crestón, elevándose 157 metros sobre el nivel del mar. Es por ello que yo continúo afirmando que en el Océano Atlántico existen al menos cuatro faros que superan en altura al nuestro: El Lovers’ Leap en Jamaica tiene 487 metros de altura; en Trinidad y Tobago existen dos faros que superan la altura del mazatleco, el de la Isla Chacachacare con 251 metros y el Brigand Hill con 217; el faro de isla San Vicente asciende a 222 metros.

Sin embargo, lo verdaderamente importante es recordar a las nuevas generaciones, y a quienes lo hemos olvidado o simplemente lo desconocemos, cuándo comenzó a brillar el faro de Mazatlán.

En enero del año 1871 Henry Edwards pasó quince días en Mazatlán y brindó su testimonio de que en esos días aún no había un faro en el puerto. Así lo dejó escrito: “al sur se levanta la montañosa isla llamada El Cristón Grande, el pico más alto y al que tuve el placer de ascender y desde donde se dominan los alrededores. En el extremo suroeste de El Cristón hay una cueva singular cuyas paredes están fuertemente impregnadas de sulfuro y llevan a desconocidos e inexplorados pasajes hasta el corazón de la montaña. El pico de esta interesante isla parece estar formado por la naturaleza para un faro, y en las manos de otra gente seguro ya le habrían dado ese uso. Pero debe anotarse aquí un hecho único, de gran significado, extraordinariamente ilustrativo de la nación mexicana, mientras que durante los pasados diez años se han colectado más de dos millones de dólares de varias nacionalidades por derechos de faro y casi la misma cantidad por concepto de pilotaje, no hay un solo faro en toda la costa mexicana

En una carta enviada el cuatro de octubre de ese año por Edward G. Kelton, cónsul estadounidense, a la Secretaría de Estado en Washington, señala “Un observatorio y un faro han sido erigidos.” Un reportaje aparecido en la prensa de California, Estados Unidos, que en realidad trataba sobre la situación política de México, dio la noticia de que el faro de Mazatlán había iniciado sus actividades: “El primer faro de la Costa del Pacífico de México fue iluminado en Mazatlán en octubre pasado.”

No obstante, en Europa, el 16 de abril de 1880 La Gaceta de Londres publicó una noticia que nos brinda datos más precisos sobre el primer día en que comenzó a brillar el Faro de la Isla del Crestón:

AVISO A LOS MARINEROS. (No. 54) Norteamérica. Costa Oeste. Mazatlán. Luz Fija en la Isla del Crestón. SE HA RECIBIDO INFORMACIÓN que el día primero de noviembre, 1879, se exhibió una luz del faro recientemente erigido en la cima de la Isla del Crestón, lado oeste de la entrada del Puerto de Mazatlán. El faro es una luz fija, blanca, del cuarto orden, y puede ser visible en clima claro desde una distancia de unas veinte millas. El faro consiste en una torre cuadrada que se alza del centro de un edificio cuadrado –ambos pintados de blanco. Linterna roja. Posición aproximada Lat. 23º 10’ 45” N, longitud 106º 23’ 10” W. Por orden de su Lord. Fredck. J Evans, Hidrógrafo Oficina Hidrográfica. Almirantazgo. Londres. 31 de marzo de 1880. Este aviso afecta a las siguientes Cartas de Almirantazgo: Cabo Corrientes a Islas Kodiak, No. 787. Bahía de Manzanillo a Golfo de California, No. 2323. Fondeos en la costa de México, No. 1876. También Almirantazgo de faros en Sudáfrica y Costa Occidental de Norteamérica, 1880. Página 10


El señalamiento marítimo había sido fabricado en París, Francia, y contaba con una gran lámpara de petróleo con espejos para reflejar y realzar la luz. Debido a que ésta era fija, no giratoria, los navegantes en la distancia a menudo la confundían con una estrella.

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