jueves, 26 de mayo de 2016

Jo Stepanzoff y su Ocaso en Mazatlán


(Con agradecimiento a la Universidad de Montana  y a Kellyn Younggren en lo personal)

Muy poco, casi nada se sabe de Jo Stepanzoff, o Josephine Stepannoff, poetisa del estado de Montana, Estados Unidos, donde vivió de 1939 a 1991 en compañía de su esposo, Alex Stepanoff, un nativo de Manchuria.

En 1973 ella y otros poetas del Instituto de Artes  de Montana publicaron el libro Seedlings Poems  (Plantas Recién Nacidas. Poemas) en el que ella incluyó varias de sus creaciones, entre ellos Sunset at Mazatlan (Ocaso en Mazatlán)

Hace varios días solicité a la Universidad de Montana, la depositaria de este raro libro,  me permitiera una copia de este casi desconocido poema, les expresé mi interés leerlo no porque guste de la poesía, sino como amante de la Historia de Mazatlán. Con la amabilidad a la que me han acostumbrado las instituciones estadounidenses (al contrario de las negligentes e indolentes instituciones en México) a través de la especialista en archivos Kellyn Younggren  esta universidad me hizo saber que primero debería yo hacerles saber que no violaría yo los derechos de autor de Jo Stepanzoff y que no haría mal uso de su poema. Le envié un e mail asegurándole que así lo haría. Horas después de haberle enviado mi e mail Kellen Younggren me envió una copia de esta obra de Stepanzoff.
 
El poema es bello y profundo, más que hablar de la puesta del sol en la tierra de venados, de sus playas, de su sol, se ocupa de su gente:
 
"Ocaso en Mazatlán
El Mar veteado de rosa arroja encaje blanco a la arena, Los largos dientes de las hojas de las palmeras peinan el cielo amarillo.
Niños morenos, delgados, chapotean en el agua grisácea y  se dispersan cuando un corcel cromado tira arriba con un chasquido.
Largos, grises hombres se arrastran y parpadean al sol rojizo, sus esposas gritan debido a sus  brazos cargados de mercaderías. Una muchacha con ojos de terciopelo mueve la cabeza del niño dormido en su hombro, enrosca sus piernas en el que aún no ha nacido. Levanta la canasta y sigue a su hombre, quien va cantando, otro niño a horcajadas en su espalda
Grande, con miles de alimentos sin comer, un hombre espera con su reloj hasta que es hora de comer una vez más. Su esposa voltea hacia la música que flota desde la calle…
…Ahora el humo sube enroscado desde las ventanas del frente, el sonido de los vasos, en manos como rojas garras  se mezclan con una risa íntima, mientras el resplandeciente sol cae en el mar.”

Jo Stepanzoff.  Seedling Poems. Sunset at Mazatlan. 1958.

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